Consejos Hunza, Limpieza del caballo
Limpieza del caballo
Si entramos ya en el cuidado del caballo en sí, lo primero en lo que debemos pensar es en bañarlo cada vez que sea necesario. No hay una frecuencia exacta y depende del ejercicio físico al que se haya sometido al caballo. Lo normal, en caso de que el caballo no haya hecho un gran ejercicio físico, es hacerlo una vez a la semana para eliminarle toda la suciedad, siempre haciéndolo fuera de la caballeriza para no mojarla entera, y en días que haga sol, que no queremos que se ponga enfermo.
Para que el baño se realice de manera correcta necesitamos los siguientes elementos:
- Cepillo de crin: sirve para cepillar las partes sensibles del caballo. Se diferencian dos tipos de cepillos: la bruza, de cerdas cortas y suaves para retirar el sudor, grasa y caspa del pelo y la piel; el cepillo de raíces, de cerdas largas, gruesas y duras para eliminar los restos de estiércol adherido y barro seco.
- Almohaza: para eliminar suciedad pegada o difícil de quitar. Se emplea en las zonas más carnosas del caballo, como el cuello y la grupa.
- Ayate: tela de hilo de maguey que se utiliza para retirar la suciedad que quede tras pasar la almohaza.
- Franela: añade mayor brillo al pelaje del caballo.
- Esponja: úsala para limpiarle la cara a tu caballo, en especial el contorno de los ojos, y la zona genital. Lo ideal es contar con dos esponjas, una para el rostro y otra para los genitales.
- Peine de crin: se usa para desenredar crines poco densas. Para los caballos con colas o crines espesas se recomienda usar solo cepillos.
- Escrepa: para retirar el exceso de agua o sudor tras el baño.
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